Carta del adiós...
- Alejandra Hdz Bustos
- 21 abr 2019
- 3 Min. de lectura
Buenos días mi amor, hoy mi corazón me despertó con ansiedad para decirme que aún estaba dentro de mi, comenzó a latir tan rápido y fuerte que mientras despertaba creía que podría morir de una taquicardia y entonces una última lágrima corrió por mi mejilla.
Amor me duele en el alma no habernos despedido como nos lo merecíamos, por qué se que fuiste feliz, por qué yo viví cada día contigo desde que te conocí y recuerdo tu alegría jugando como niños ilusionados dentro de esos bellos y enormes ojos que solo podían expresar amor.

Fui tan ciego al no ver en qué momento te fuiste, pero creo que fui más ciego al no quererme dar cuenta que ya te habías marchitado, porque recuerdo el orgullo y la emoción con la que portabas un pedazo de metal con piedras en el dedo de tu mano izquierda, aquel dedo que sus venas están conectadas al directas a tu corazón y vi cómo con el tiempo fue olvidado en rincones que solo yo podía ver, por qué solo yo estuve aquí en aquellos rincones olvidados.
En qué momento te fuiste mi amor? Es la pregunta que me he hecho desde que una una horrible imitación de ti comenzó e destruir todo lo que hicimos juntos, desde esa obscuridad que aun estaba cerca de ti, comenzó acuchillándome día con día desde que tú ya no estás.
Mi amor te dejaste morir y el costo fue mi alegría, mis ganas de vivir, mi paz y mi tranquilidad. Tu muerte se convirtió en la mentira más dolorosa que mi corazón a vivido. Aquel corazón que latió fuerte y decidido, aquel músculo que bombeó cada mililitro de sangre para que este recipiente de carne solo se moviera buscando tu felicidad.

Mi amor quisiera despedirme y continuar, quisiera continuar sin ver atrás, la verdad es que ya no hay nada atrás que pueda ver, la obscuridad actuó con maldad y se burló de mi y jamás podremos despedirnos, pero si podremos continuar.
Mi amor se que te llevaste la mejor parte, porque viviste la mejor versión de mi, así como yo viví la mejor versión de ti, que al final no pudo con aquella sombra, con tanta maldad.
Adiós mi amor, siempre pudiste ver para adelante y no para atrás, siempre tuviste la opción de ser una mejor versión de ti misma.
Pudiste elegirme a mi tu esposo mil veces o millones de veces cada mañana de tu vida, pero... te dejaste vencer por tu pasado, mi amor fuiste débil y te dejaste seducir por un pasado de dolor y decidiste continuar con mentiras.
Mi amor quisiera decirte adiós, pero ya no estás, me llevo de consuelo que sé que lo que tu viviste conmigo es real, es insuperable y al final me recordarás no como un hombre celoso, no como alguien que te echara a perder los conciertos , no como alguien con el que discutías por hacerte sentir especial, no como alguien que no confiara en ti.

Al final mi amor tú tienes la verdad, al final morirás con las consecuencias de cada uno de tus actos. Al final tu pasado seguirá siendo sombra en tu vida y seguirá destruyendo todo lo bueno que llegue a ti.
Mi amor con el corazón roto en mi manos no podré decirte adiós y no es por que no pueda.
Es por que tú te fuiste desde hace tanto tiempo sin decirme adiós.
Gracias por colaborar con este hermoso texto Alejandro Aguirre Galán, es muy bello, muchas felicidades.
Comments