Me encontré...

Me encontré en la mirada inocente de una niña. Me encontré en ese deporte que había dejado por años. Me encontré en la sonrisa y el abrazo de mamá. Me encontré en las palabras de aliento de aquella persona especial. Me encontré en el azul del cielo y aquel bello atardecer. Me encontré en aquella hermosa noche estrellada a la orilla del mar. Me mire en el espejo y me encontré. Encontré la fuerza que había perdido. Encontré la sonrisa que había dejado guardada en un cajón. Encontré los sueños que tuve que dejar para después por cumplir los de alguien más. Encontré un maravilloso motivo para despertar y algo emocionante en que pensar. Encontré nuevos amigos llenos de sueños e ilusiones como los míos, ellos me comparten la pasión y me enseñan de la persistencia y tenacidad que debo tener hasta el final. Encontré las razones para no dejarme caer, descubrí que vivir es una aventura que se construye día a día a través de decisiones, decisiones fuertes, firmes y arriesgadas, locas para cualquier persona que no esté dispuesto a romper sus miedos y mirarse de frente al espejo, sin ropa, sin prejuicios y sin enojo, sino con amor, con aceptación, con valentía y responsabilidad. Tuve que romperme, desconocerme y volver a encontrarme, pues encontré una mejor versión de mi, me gusta más, es fuerte, es valiente, es responsable, ha dejado el apego para un segundo plano, una mujer dispuesta a vivir sin miedos sin importar que venga o que se vaya, si me vuelvo a perder se que me volveré a encontrar, hoy se el camino de regreso de quien era, quien fui y el camino que me llevará a donde quiero llegar.

Por Alejandra Hernández Bustos